Desde "GATTACCA", no había visto en el cine que un director se atreviera con las nuevas vertientes ciberpunk de la ciencia ficción con la seriedad y poesía con las que lo hace el de esta película. Digna de los mejores relatos de Phillip K. Dick, Neal Stephenson, o Ray Bradbury. Pocos efectos especiales, y ninguna explicación grandilocuente, sino sencillamente una historia que por sí misma, al irla desgranando, nos va acercando tranquila, serenamente, hasta comprender los entresijos de un futuro más que posible, y en buena medida ya muy, muy cercano.
Hay que entrar en su ritmo, pero vale la pena.
Hay que entrar en su ritmo, pero vale la pena.