Cuaderno de Bitacora - Notas y Actualizaciones al Portal de la Bruja

Monday, November 21, 2005

HOUSTON MISSION CONTROL ROOM

La película del director norteamericano Ron Howard Apollo XIII (1995) narra los acontecimientos provocados por la explosión de uno de los tanques de oxígeno a bordo del módulo de servicio de la cápsula del Apolo XIII, la que habría sido la tercera misión a la Luna dentro del programa espacial estadounidense, lanzado al espacio en abril de 1970. La explosión provocó una serie de fallos en cadena tan graves, que provocaron que se abortara la misión (nunca alunizaron) y que durante los cinco días siguientes los ingenieros de la NASA en tierra y los propios astronautas (el comandante Jim Lovell, interpretado por Tom Hanks; y Fred Haise y Jack Swigert, papel interpretado por Kevin Bacon) desde la nave, tuvieran que trabajar sin tregua para poder traer la nave de nuevo a Tierra.

Uno de los aspectos más interesantes de la película, además de la fidelidad a los hechos narrados, con ausencia casi total de cualquier componente ficticio, es el protagonismo de los ingenieros y operadores de la Sala de Control de la Misión en Houston, liderados por el Director de Vuelo EUGENE KRANZ (personaje interpretado por Ed Harris). De hecho, es una de las pocas películas en las que el trabajo de los operadores y técnicos de una Sala de Control, de cualquier índole, se presenta con total realismo, aunque en una situación límite. El cine ha mostrado en diversas ocasiones este tipo de operación (una Sala de Control de una Central Nuclear en El Síndrome de China; o la del metropolitano neoyorquino en Peldham 1,2,3); pero fue siempre en medio de argumentos fantásticos o como telón de fondo de aventuras noveladas.

Ron Howard comentó que cuando empecé a trabajar en la película me parecía la historia de tres tipos en una cápsula, y sigue siéndolo en gran medida, claro, pero una de las primeras cosas que hicimos al comprometernos a hacer la película fue ir a Houston, ver el Control de Misión, y me di cuenta de lo intenso que era, de lo en serio que se lo tomaban, y empecé a buscar medios de contar su historia también.

Ed Harris comenta de su personaje que se trata de una especie de espíritu de camadería, son veinte individuos colgados de unos auriculares tratando unos con otros, sentados en su Sala, 10 ó 12 horas al día. Y una vez que el cohete sale de la rampa de lanzamiento, el Director de Vuelo es Dios. Tiene más poder en esos momentos que el Presidente de los Estados Unidos. Él es quien da las órdenes.

El vuelo del Apolo XIII, a pesar del nulo interés inicial que suscitó en la prensa, fue seguido por millones de personas. Medio mundo mantuvo el aliento aquellos días de abril, pendientes de la suerte de los astronautas. La película muestra muy bien el trabajo de los ingenieros y operadores de la Sala de Control, que en buena medida consiguieron traerlos de vuelta a casa. La alocución del Presidente Nixon, tras el retorno de la nave, es especialmente significativa:

“YOUR MISSION SERVED YOUR COUNTRY. IT SERVED US ALL OF OUR PROUD HERITAGE OF A NATION. TO REMIND US THAT IS IN THIS AGE OF TECHNICIANS AND SCIENTIFIC MARVELS, THE INDIVIDUAL STILL COUNTS. THAT IN A CRISIS, THE CHARACTER OF A MAN, OR MEN, WILL MAKE THE DIFFERENCE. ADVERSITY BRINGS OUT THE CHARACTER OF A MAN. CONFRONTED SUDDENLY AND UNEXPECTEDLY WITH GRAVE PERIL IN THE FAR REACHES OF SPACE, HE DEMONSTRATED A CALM COURAGE AND QUIET HEROISM THAT STAND AS AN EXAMPLE TO MEN EVERYWHERE. HIS SAFE RETURN IS A TRIUMPH OF THE HUMAN SPIRIT, OF THOSE SPECIAL QUALITIES OF MAN HIMSELF WE RELY ON WHEN MACHINES FAIL. AND THAT WE RELY ON ALSO FOR THOSE THINGS THAT MACHINES CANNOT DO”