WALL E - BATALLÓN DE LIMPIEZA

Tras un progresivo deterioro del clima y de las condiciones atmosféricas, provocado por el aumento de la contaminación ambiental, la población de la Tierra se ve forzada a abandonar el planeta y vivir en el espacio a bordo de grandes naves de pasajeros fletadas por diferentes Compañías que mantienen a la población alienada mediante un uso constante de medios audiovisuales de todo tipo, mientras el planeta queda abandonado a su suerte, salvo por la presencia de unos batallones de robots de limpieza, dotados con una incipiente inteligencia artificial y dejados atrás con la supuesta misión de limpiar la superficie arrinconando la basura dejada atrás por los humanos, aunque en realidad nadie espera que puedan llevar a cabo su tarea. Tras 700 años, el último de estos robots de limpieza, moviéndose en un entorno fantasmagórico de montañas de basura y ciudades abandonadas, azotadas por tormentas de arena y lluvias torrenciales, ha llegado a concebir sus propias respuestas emocionales, que le llevan a atesorar los más diversos objetos (muñecos, bombillas, platos, estintores, y viejos vídeos de películas musicales) en su refugio...

Esta podría ser la base para una escalofriante película futurista, y en buena medida es así, ya que los diez primeros minutos de la película de animación de Disney, realizada por la Factoría PIXAR, la creadorada de, entre otros, "Toys" y "Ratatouille", son escalofriantes. Si además el guión es imaginativo, vivaz, repleto de giros rapidísimos, lleno de ternura y de sentido del humor, escrito por verdaderos conocedores tanto de los temas de ciencia ficción tratados como de todos los recursos del cine mudo de los años 20, el resultado es realmente regocijante. La soledad, la esperanza, el amor, el miedo a un futuro siniestro pero ante el cual late siempre el espíritu de búsqueda y la voluntad de supervivencia de hombres y máquinas. Hay una misión que cumplir y dos deliciosas marionetas que van a empeñarse en ella corriendo mil y una aventuras extraordinarias, sin perder nunca el sentido del humor. Una película para niños que ningún adulto, al menos ninguno de los freaks que tanto hemos gozado con la ciencia ficción, debería perderse, desde el increíble y divertídisimo corto de animación que nos regala PIXAR a modo de aperitivo, hasta los sensacionales créditos finales.