Cuaderno de Bitacora - Notas y Actualizaciones al Portal de la Bruja

Sunday, July 01, 2012


RAQUEL Y EL PIANO

Y termino esta puesta al día de mi querido cuaderno recordando los treinta años que se cumplen en este verano, del estreno de Blade Runner. Se ha dicho tanto y tan extensamente sobre ella que sería muy pedante intentar añadir algo más. Es una película mágica, sencillamente. Una de las películas que cambió mi vida. No era la misma persona después de verla. Lo mismo me pasó con Grupo Salvaje y algunas otras pocas, poquitas más.

Termino recordando una de las escenas que más me han gustado siempre. Deckart y Raquel están en el apartamento del detective. Sabemos -ya lo sabemos- que ambos son en realidad dos replicantes. En esta escena, por primera vez, somos conscientes de estar asistiendo a la iniciación a la vida de dos juguetes: de dos marionetas construidas y dejadas aquí, en este pequeño y solitario rincón en el corazón de una ciudad enorme y despiadada. Deckart duerme. Raquel contempla las viejas fotografías y en un momento dado suelta su pelo y se pone a tocar el piano. Nosotros, los espectadores, como Yahve Elohim, les contemplamos desde fuera, desde otro sitio, otra dimensión, otro lugar lejano. Y allí en el Jardín del Edén, de nuevo, Eva nace del fondo de los sueños de Adán...



Quo Vadis, Europa?


Afirma Nietzsche en La Genealogía de la Moral que Nosotros los alemanes no nos consideramos desde luego un pueblo especialmente cruel y duro de corazón, y menos aún gente ligera y que viva al día; pero basta echar un vistazo a nuestros antiguos ordenamientos penales para darse cuenta del esfuerzo que cuesta en la tierra llegar a criar un «pueblo de pensadores» y a continuación enumera alguno de los medios de castigo que contemplaba el ordenamiento penal alemán medieval como la lapidación o el empalamiento. Ay, la razón, la seriedad, el dominio de los afectos, todo ese sombrío asunto que se llama reflexión, todos esos privilegios y adornos del hombre: ¡qué caros se han hecho pagar!, ¡cuánta sangre y horror hay en el fondo de todas las «cosas buenas»!

Acabamos de ganar la Eurocopa de Fútbol 2012 y apenas ayer sábado de madrugada nos levantamos con la buena noticia de los resultados de la Cumbre Europea en la que por fin empezó a abrirse la puerta a una ayuda del Banco Central Europeo a la castigadísima deuda española. Gracias al apoyo, por interés propio, de Mario Monti, y para salvaguardar la soberanía francesa ante el acoso alemán, de Francoise Hollande, y en mucha menor medida por el propio esfuerzo de nuestro Presidente, España lograba un punto de esperanza. La atroz política alemana de exigir continuos y crecientes sacrificios a los países del Mediterráno, hasta el punto de acabar con los logros sociales de los últimos cincuenta años, o de llevar a las economías de España, Portugal e Italia al borde de la bancarrota, y a la sociedad griega al borde de un conflicto civil, a fin de garantizar que los bancos alemanes no perdieran ni un céntimo de euro, y con un gobernador del BCE empeñado en incumplir con su obligación y manteniendo durante dos años su antipática cara de póker, parece por fin forzada al menos a un punto de cambio. Cambio que como digo debemos al triunfo de Hollande en las elecciones francesas y a la amenaza de dimisión de Monti en plena cumbre: en mucha menor medida a los esfuerzos de nuestro gobierno. Ha tenido que venir un francés a defendernos al pueblo español, lo que son las cosas.

Lejos queda aquella portada del ABC del 10 de abril, en la que se comprometía alegremente el futuro de España y el bienestar de los españoles, con tal de seguir la ruta suicida marcada por Merkel y Zarkozi. Por aquel entonces, en la más terrible muestra de derrotismo, nuestro gobierno lo único que sabía decir era que se cumpliría con la penitencia impuesta por Alemania "costase lo que costase" [y a quien le costase: a la clase media española hasta su destrucción].

Y ha habido [y va a seguir habiendo, no nos engañemos] mucho precisamente de eso, de penitencia. De castigo. De sufrimiento impuesto a sabiendas por unos gobiernos del norte de Europa, fundamentalmente el alemán, a los pueblos ribereños del Mediterráneo. No se ha tratado aquí sencillamente de unas normas de austeridad que la situación requería. De hecho, en 2003 fue Alemania la que incumplió sus objetivos de déficit. Ni en España el Presidente del gobierno, ni el actual ni el anterior, han tenido el coraje de dirigirse al pueblo para pedirle un esfuerzo común. En el fondo, todos sabían que lo que se pedía era un sacrificio, sí, pero de otra índole: un sacrificio religioso. El sacrificio humano de una generación de griegos, españoles, portugueses, despellejados vivos en el Altar de algún desconocido Dios Celta enterrado en una mina en el centro de algún oscuro bosque prusiano.

Los Países del norte de Europa han demostrado de nuevo un desprecio visceral hacia los pueblos que ellos consideran inferiores. El corazón calvinista, adorador del Dios Dinero e identificador entre trabajo, seriedad plana y sombría, ahorro avaricioso, y espiritu usurero, se muestra en cada gesto aparentemente serio y racional de la Canciller, en cada sonrisilla burlona del Presidente del BCE. Incluso en los comentarios jocosos de Lagarde acerca de los griegos. Se habla de austeridad, ahorro, sacrificio... valores simplistas que no pueden ni explicar ni diagnosticar ni remediar por sí solos la esencia de la crisis. Valores de hierro aplicados por gentes que se creen moralmente superiores porque tienen más dinero, y con los que se castiga, con complacencia, a los pueblos que se considera inferiores y moralmente despreciables por no tener tanto dinero como el que ellos tienen. Identificación entre riqueza y moralidad. Deshumanización, animalización, del pobre. Crueldad, fundamentalmente. De eso hemos hablado estos meses. Crueldad en una derecha económica alemana que por tercera vez en el plazo de un siglo muestra su más feo rostro. Se habla de "Más Europa" pero se quiere la imposición de un nuevo Orden Feudal regido por la Cancillería de Berlín. Otra vez, el Sacro Imperio. Que Dios, nuestro Dios católico, mediterráneo, y compasivo, nos asista cuando eso se materialice.

Y crueldad la manifestada en los buenos vasallos que han aplicado sin albergar duda alguna los castigos que llegaban de Berlín. Las editoriales y artículos de opinión que hemos tenido que leer en estos meses, laudatorios hasta extremos vergonzosos, hacia nuestros nuevos amos del Norte, han sido patéticas. Ha habido complacencia: verdadero regocijo y fruición al recortar en sanidad, en educación. En hacer más difícil que un jóven pueda acceder a la Universidad, un anciano a sus medicinas. No se ha tratado aquí de sencillamente cumplir las órdenes. Se han cumplido con entusiasmo. Y se van a seguir "cumpliendo". Al final, como recordaba Bertrand Russell, todo se reduce a que a los ricos no les gusta que los pobres tengan vacaciones ni que vayan a la universidad.

Toda esta complacencia con los dictados suicidas, con esos nuevos señores feudales que nos han estado exigiendo sacrificio tras sacrificio sin mover un dedo para ayudarnos con las herramientas del BCE, es, desde luego, antipatriótica. Antiespañola. Un verdadera traición a lo que significa el amor a la patria y su defensa. Right or Wrong, my country comes the first! dicen en el Reino Unido. En España, todos los "nuevos germanófilos" no se han enterado. Son traidores despreciables: no sólo hacia el pueblo español, sino hacia España como Idea y como Nación.

Hay esperanza, que nos llega de fuera y de rebote. Pero el camino feo, oscuro, lóbrego, de la "nacional-austeridad" y de la "euro-germanización" prosigue. Mientras Arabia Saudí construye un TAV a La Meca y China coloca su primera mujer cosmonauta en órbita, aquí paralizamos las obras de las nuevas autovías y cada nueva reunión de líderes europeos se termina pareciendo más y más a una timba de usureros. Veremos finalmente hacia dónde va la pobre Europa.



Un niño, que fuimos todos los que éramos niños hace treinta años, corre con su perro llevando en la mano un juguete: una maqueta de la Lanzadera Espacial. El artista Brian Bassett ha visto así lo que han sido treinta maravillosos años de aventura en el espacio. Los que ahora se alegran de que se haya cancelado el programa espacial tripulado estadounidense por el tema del ahorro y la austeridad, o aquellos otros que recuerdan los muertos en los accidentes que sufrieron las lanzaderas Columbia y Challenger, olvidan que la exploración del espacio, como la vida, nunca fue cosa fácil. A la Lanzadera Espacial la debemos más de 25 misiones coronadas con éxito. Gracias a ella tuvimos todo el conocimiento y la maravilla de las fotos obtenidas con el telescopio Hubble. Gracias a ella se mantuvo en pie el sueño de la Estación Espacial Internacional. Y sobre todo gracias a ella hubo una generación entera de jóvenes que a  lo largo del mundo, soñamos con las estrellas. Descansen en paz honrados para siempre los héroes del SST, y atesoremos para siempre en nuestra memoria a este pajarillo prodigioso, a esta orgullosa y a la vez frágil nave. Un buen, buen navío.



CINCUENTA AÑOS CON NORMA JEAN

Pues si: cincuenta años ya acompañados por el cada día más querido y mejor conocido de los fantasmas del mundo de los sueños. Marilyn Monroe sigue aquí, más viva que nunca, más hermosa que nunca, más y mejor conocida que nunca y posiblemente de la forma en que a ella más le hubiera gustado. Es cierto que hubo en ella una parte triste y trágica, que finalmente se impuso. Pero no deja de ser igualmente cierto que junto a esa tragedia y fragilidad, la figura de Norma Jean Baker será también por siempre la de una mujer fuerte, que supo enfrentarse al Star System de Hollywood y a la Caza de Brujas de McCarthy junto a su marido de entonces Arthur Miller. Una mujer fuerte y valiente que fue capaz de demostrar que además de su condición de sex symbol había en ella una excelente actriz, una maravillosa cantante, y un corazón amable y sensible. Así es como preferimos recordarla.


LISA BLOUNT

La primera vez  que el personaje de Brian interpretado por Jameson Parker en la maravillosa película de terror de John Carpenter El Príncipe de las Tinieblas (la segunda de su Trilogía del Apocalipsis junto a La CosaEn la Cima del Miedo) ve a Catherine, creo que ninguno de los que le acompañamos desde la oscuridad de la sala de cine o de nuestro cuarto de estar podemos dejar de compartir su impresión de que en efecto, vaya una preciosa pelirroja. Después, buscando su nombre en los títulos de crédito, te enteras de su historia. Para mucha gente siempre será la amiga de la protagonista de Oficial y Caballero; los aficionados al género fantástico la recordaremos, además de la ya citada, por películas como Dead&Buried; para Hollywood será más recordada su faceta de productora de cortometrajes, que le valió un Oscar en 2002. Trabajó junto a gente como Rutger Hauer o Winona Ryder. Y se fue una mañana de otoño en su casa de Little Rock, Arkansas, con apenas cincuenta y tres años. Carpenter siempre acertó al rodearse de excelentes actrices. Otro precioso rostro del cine de los 80.