Cuaderno de Bitacora - Notas y Actualizaciones al Portal de la Bruja

Tuesday, April 12, 2011


VEINTICINCO AÑOS


Y aunque un día mis ojos ya no puedan ver ese destello que los deslumbraba; y aunque nada nos pueda devolver ese esplendor en la hierba de la gloria de las flores, no debemos entristecernos, pues la belleza subsiste para siempre en el recuerdo.


La primera película en la que tuvo un papel protagonista, "Lucas", se estrenó el 28 se marzo de 1986. Desde entonces, veinticinco años de inteligencia, de serena elegancia, alegría chispeante y sinceridad desgarradora. Qué descubrimiento más inesperado cuando me fijé por primera vez hace un par de años en su mirada, en aquella adaptación de la novela de Phillip K. Dick "A Scanner Darkly". Desde entonces y gracias a ese invento maravilloso del DVD he podido ir repasando con calma todas sus actuaciones. Los ojos más bonitos que hemos visto en una pantalla de cine a lo largo de las últimas décadas (y una de las voces más comprometidas con su tiempo, y más hermosas: ahí queda el recuerdo de su presencia en las manifestaciones contra la guerra de Irak en el 2003 y su trabajo en ese maravilloso audiolibro con la versión íntegra del "Diario de Ana Frank") se muestran un poco preocupados en las últimas entrevistas, a cuenta de su papel secundario en "El cisne negro", por haber podido dejar atrás definitivamente el encanto que los distinguía en la juventud. No debiera estarlo. Es cierto que el tiempo pasa inexorable y va dejando su huella; y sin embargo, en la gala del estreno, aunque la vimos más clásica y sobria que casi nunca antes en cualquiera de sus apariciones, aunque hubieran cambiado otras cosas, no sus ojos. No: eran los mismos ojos de entonces y dotados de la misma maravillosa luz.

Feliz cuarto de siglo, Winona. Por siempre y para siempre, bailando bajo la nieve en nuestro recuerdo.