EL ASESINATO DE JESSE JAMES POR EL COBARDE ROBERT FORD
Envuelto en la bruma de un tiempo que agoniza, asistimos a una soberbia representación de Bradd Pitt, posiblemente el Jesse James más auténtico de todas las representacions que se han hecho de las figuras de los forajidos del Lejano Oeste. Envuelto en una nube de remordimientos, paranoia y desesperación, pero sin perder por un momento la grandeza épica del Mal con mayúsculas, un Mal atractivo sin embargo por hallarse unido aún a la grandeza de un País enorme, en sus dolores de parto, en mitad de una Naturaleza omnipresente y de un Destino inapelable.
"Me miro en el espejo. Contemplo mi rostro malvado, mis manos ensangrentadas, y me asombro. Cómo pudo este hombre equivocarse tanto"