Sunday, January 03, 2010
En la película de Katherine Dieckmann Motherhood (2009), Uma Thurman interpreta el papel de Elisa Welsh, una atareada escritora y ama de casa que ha de lidiar con todos los inconvenientes de vivir en el centro de Nueva York haciéndose cargo todos los días de sus dos hijos pequeños mientras su marido trabaja al otro lado de la ciudad, y apenas sacando un rato al día para escribir su blog, en el que intenta reflejar precisamente eso: qué significa la maternidad y el ser madre en la Nueva York de comienzos de siglo. Titulada en España como "Una mamá en apuros", la película podría fácilmente haber sido una comedia urbana con tintes melodramáticos, y en cierta medida no evita el utilizar determinados clichés de género. Y sin embargo, una vez más, Uma Thurman, con ayuda de un grupo de actores excelentes, como Anthony Edwards en el papel del marido de la protagonista, va rompiendo todos todos los esquemas y demuestra que es una de las más grandes actrices de su generación. Motherhood encierra bajo un disfraz de comedia, un fondo áspero de profundo dolor y tristeza; representa la amarga reflexión acerca de la inutilidad de la rutina de cada día, la soledad, el miedo al paso del tiempo y a la insignificancia de nuestras anónimas y pequeñas vidas cotidianas. En buenas medida, el miedo al desamor, a la rutina que es capaz de matar toda pasión, a la muerte... En una interpretación asombrosa, plano tras plano vamos asistiendo al descenso al infierno de esa mujer buena e inteligente que sencillamente llega a ese punto con el que todos en buena medida convivimos: la sensación de no poder más. Es inevitable el ver en las lágrimas de Elisa, lo mismo que en la ternura de su mirada al contemplar a sus hijos, un reflejo de la propia vida de Uma Thurman, con varios fracasos sentimentales a sus espaldas pero madre devota también en la llamada "vida real". Película profundamente humana, conmovedora, que da mucho más de lo que pudiera parecer a primera vista. No es una de las menores deudas que todos los aficionados al cine tenemos con Quentin Tarantino, la de habernos rescatado a su íntima amiga Uma Thurman. Como decía uno de los productores de "Blade Runner" tras el fracaso de su estreno, "algún día siempre alguien se da cuenta".