Cuaderno de Bitacora - Notas y Actualizaciones al Portal de la Bruja

Tuesday, January 30, 2007



LA LÍNEA DE SOMBRA

El director Phillip Noyce presenta en su última película "Atrapa el fuego" (Cath a fire) la historia del activista sudafricano de color Patrick Chamusso, colaborador de las actividades subversivas del Congreso Nacional Africano a mediados de los años 80, tras habr sido injustamente acusado, detenido y torrurado por la policía sudafricana al mando del Coronel Nic Vos (interpretado por Tim Robbins). Si bien la película no alcanza el nivel de otras del mismo director, como la magistral adaptación que hizo éste de la novela de Graham Greene "El americano traquilo" (The quiet american), por el cierto carácter maniqueo al tratar a los personajes (salvo los dos protagonistas, todos los policía sudafricanos son malos y todos los colaboradores del CNA son buenos), casi al final de la misma hay uno de esos momentos mágicos que pocas veces se dan en el cine, y que muestra una genial comprensión de la naturaleza del mal. En un momento dado, Chamusso, tras haber sido vejado y torturado injustamente por Vos, decide colaborar con el CNA poniendo una bomba en una refinería de petróleo. Poco antes, Vos ha puesto en marcha una dura campaña de detenciones, tras haber sido atacada su casa por un miembro del CNA, a cuya mujer, también militante, había ejecutado un comando policial. Este activista, al asaltar la casa de Vos, es precisamente tiroteado por la hija pequeña de Vos, manifiestamente pacifista y contraria a las actividades represoras de su padre hasta entonces. Y al mismo tiempo, la mujer de Chamusso, hasta entonces encubridora de su marido, acude a Vos para denunciarle, tras ver unas fotos de Chamusso con otra mujer, que Vos le muestra.

Así, todos los personajes, que hasta ese momento habían elegido, el bien (Chamusso y su esposa, la hija de Vos) o el mal (Vos y sus hombres) libremente, en un momento dado y por un giro de tuerca del destino, se ven abocados a realizar acciones despreciables, acuciados por la rabia (Chamusso), la traición (su mujer), el miedo (la hija de Vos), o el odio (Vos). La espiral del terror, el miedo que engendra miedo, ese trágico y a la vez sereno "The horror, the horror" que retrata magistralmente Conrad en "El corazón de las tinieblas", se hace presente y sobrevuela a los personajes, como un abraxas jungiano, como un fatum griego, por encima y alrededor de todos y cada uno, por encima del Bien y del Mal.

En un instante y en una panorámica por los rostros de todos los personajes, el director nos muestra esa línea de sombra más allá de la cual las elecciones a favor del mal que unos pocos hacen en el pasado terminan por conducir a todos irremediablemente a una espiral de maldad cada vez más terrible.